Pirámides de Gizeh
La más antigua de las maravillas, y,
curiosamente, la única que ha llegado hasta nosotros, es el monumental
conjunto de las pirámides de Gizeh, en Egipto. Las majestuosas pirámides
fueron construidas como recinto funerario a Jufu, más conocido por su nombre
griego Keops, faraón de la cuarta dinastía del antiguo Egipto. Según
Herodoto, escritor griego, en la pirámide trabajaron sin descanso cien mil
hombres en turnos de tres meses durante veinte años. Las
dimensiones de esta majestuosa edificación son asombrosas, fue la
construcción más elevada hasta la aparición de la Torre
Eifel en 1889.
|
|
La fecha estimada de terminación de
la Gran Pirámide es en 2570 a.C. y fue la primera y mayor de las tres grandes
pirámides de la Necrópolis de Giza. Poseía una altura original de 146,61 m,
siendo en la actualidad de 136,86 m, al haber perdido con el paso de los
tiempos una capa que lo recubría. Sus cuatro lados son de 230 m con una
diferencia entre éstos de tan sólo el 0’01%. En su construcción se emplearon
en torno a dos millones y medio de bloques de piedra, de pesos comprendidos
entre las 2,5 y las 60 toneladas, que según napoleón Bonaparte bastarían para
cercar Francia con un muro de tres metros de altura y unos 40 centímetros de
grosor.
Dicha pirámide está rodeada de un
gran misterio ya que sin brújula, aún no existía al inventarse en el s. IX,
orientaron sus cuatro paredes a los cuatro puntos cardinales con una
precisión pasmosa; sin hierro practicaron agujeros que parecen hechos con un
taladro en los que al examinar las muescas se ve que cada vuelta de torno
profundizaban en el granito hasta doscientas veces más que lo que lograríamos
nosotros hoy con un taladro de punta de diamante; y sin instrumentos ópticos
orientaron algunos canales internos hacia la posición que ocupaban estrellas
como Sirio, Zeta Orión o Alfa del Dragón, muy importantes dentro del contexto
religioso egipcio.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario